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Bibliotecas Rurales

En el año 1990 Carmen Dintén, bibliotecaria de Candás, y Mirta Morán, maestra de la zona rural, pusieron en marcha la primera Biblioteca Rural.

Se ubicó en el edificio de las antiguas viviendas de los/as docentes, concretamente en la parte superior del edificio de la Escuela Rural de Guimarán ¿ El Valle. Esta infraestructura fue el primer embrión de un proyecto que tomó mayor dimensión en el año 2004, cuando, a petición del Alcalde, Ángel Riego, la bibliotecaria candasina elaboró un proyecto de viabilidad de instalación de pequeñas bibliotecas de consulta en los Centros de Iniciativa Rural, Aldeas Digitales (telecentros rurales) o Escuelas rurales del concejo de Carreño.

La idea fundamental de este proyecto es el aprovechamiento de los recursos culturales y materiales ya existentes en el municipio para conseguir una mayor proximidad de los mismos a la población dispersa en el hábitat rural de Carreño. Partiendo de la existencia de una Biblioteca Central en la capital (Biblioteca "Carlos González Posada" de Candás), de unos equipamientos municipales distribuidos por todas las parroquias y de una dotación de fondos provenientes del Ayuntamiento de Carreño, la intención es desarrollar Centros o Clubes de Lectura con dos funciones diferenciadas:

  1. Proporcionar a la vecindad unos fondos de consulta actualizados, lo más amplios posibles, que permitan que en la propia parroquia rural una persona pueda efectuar una consulta sobre un tema general sin tener que desplazarse a Candás.
  2. Servir de puente para la realización de préstamos entre la Biblioteca central de Candás y las personas usuarias de las zonas rurales. Ya existe dicho catálogo en la página web de Red de bibliotecas de Asturias.

Estas bibliotecas desde su concepción de servicio público, gratuito y abierto a toda la ciudadanía, presentan un abanico de posibilidades amplísimo en las zonas rurales que las consolida como un elemento indispensable en la evolución y desarrollo local y social de su área geográfica de influencia.

Todos los centros de iniciativa rural del Concejo disponen de un fondo de consulta básico, independientemente de que tengan o no una biblioteca rural dinamizada con un Club de lectura.