Situado a la salida de la población de La Legua, en dirección al Canto se ubica en el margen derecho del camino que sale de la carretera que atraviesa la población hacia Casa Ramona (también conocida como Casa Ángel).

Este horno aparece recogido en el libro de la cal realizado por García López del Vallado quien lo califica como de medidas medias, encajado en un desnivel del terreno de unos 5 m2 de superficie en planta. Sigue la tipología de la mayoría de los hornos de cal existentes en el municipio y su fachada mide 7,50 m. aproximadamente con una altura que casi llega a los 4,00 m. En el frontis se abre la boca externa de unos 2,20 m de ancho por 1,15 m de altura que precede la bóveda en forma el túnel de 2,30 m. de profundidad y ligeramente abocinado que da acceso a la boca interior del hogar de alimentación del cenicero, igualmente abierto con un arco rebajado de 0,55 m. de ancho por 0,70 de altura.

El cuerpo tiene forma de cono invertido y se abre en la parte superior con un vano circular por donde se cargaba la cal denominado tragante de 3, 00 m. de diámetro, medida que se repiten en la altura del cuerpo desde la parrilla hasta la boca del tragante, aunque García López del Vallado dice que esta altura cuando funcionaba el horno debió de llegar a los 3, 5 m. de altura.

La fábrica de la fachada y el cuerpo del horno son de mampostería irregular de caliza trabada con mortero de cal y arena, con sillares mejor trabajados en las dovelas y recercos de las bocas. El interior del cuerpo no tiene revestimiento y la carga se efectuaba por medio de una rampa lateral.

García López del Vallado dice que en Carreño hubo una gran cantidad de hornos de cal notables, de tamaño mediano y que todos ellos siguen el mismo prototipo: tragante circular, vientre en forma de tronco de cono invertido revestido en el interior con piedra (no con camisa de ladrillo) y que algunos funcionaron hasta la década de 1950. Del combustible dice que aunque consta el empleo de leña, sin duda también se empleó carbón como recogen en sus informes González Posada y Jovellanos