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Calero del Pedregal

Situado en un lugar alejado del núcleo de población junto al camino que bordea el bosque entre las denominadas casa de Jesusa y la de Muñiz se encuentran los restos del horno calero parcialmente cubiertos por la maleza. Adaptado a la pendiente del terreno la fachada del horno está arruinada y únicamente se conserva parte del cuerpo cuya estructura es cilíndrica realizada en mampostería con la parte próxima a la fachada parcialmente derruida. Seguía la tipología del resto de hornos documentados en el municipio. Era de planta cuadrada, con cuerpo en forma de cono invertido y rasante de carga ligeramente alomado, abierto con boca circular en la parte superior (tragante).
Se trata de un horno de pequeñas dimensiones, de planta cuadrada cuya fachada tenía unas dimensiones de 2,15 m. de largo. El nivel del terreno se ha recrecido al hacer el camino que pasa unos metros por delante, elevando el nivel de la cota del suelo donde se ubicaba la boca. El cuerpo es de sección cilíndrica, realizado en mampostería de caliza trabada con mortero de cal y arena, y en la parte superior se abría el tragante o zona de carga de unos 3,00 m. de diámetro. La altura del cuerpo es de 2,30 m. teniendo en cuenta que en parte está colmatado con las piedras y material de derrumbe que se ha acumulado sobre el cenicero y la parrilla.

García López del Vallado dice que en Carreño hubo una gran cantidad de hornos de cal notables, de tamaño mediano y que todos ellos siguen el mismo prototipo: Tragante circular, vientre en forma de tronco de cono invertido revestido en el interior con piedra (no con camisa de ladrillo) y que algunos funcionaron hasta la década de 1950. Del combustible dice que aunque consta el empleo de leña, sin duda también se empleó carbón como recogen en sus informes González Posada y Jovellanos.

En la documentación existente en el Archivo Histórico Provincial y en el del Ayuntamiento de Carreño los datos existentes sobre los hornos de cal durante la primera mitad del s. XX nos dicen que su combustión era intermitente, aunque consta que en algún caso se reconvirtieron en hornos de marcha continua